Podopediatría
La evolución del crecimiento de los niños debe ser controlada, a partir de los 4 a 5 años es bueno hacer una revisión para controlar la evolución del crecimiento y de la biomecánica del niño.
Entre los 3 y 8 años es la edad vital para actuar en los niños si hubiera algún problema, ya que tenemos mucha capacidad de control y modificación estructural.
A partir de los 8 a 9 años, perdemos poco a poco la capacidad de modificación estructural del niño, pero todavía podemos modular las fuerzas que llegan al pie para ofrecer un crecimiento más armónico y evitar patologías en el adulto.
El tratamiento no son plantillas siempre, creemos fielmente en la regulación de fuerzas a través de ejercicios de potenciación, estiramientos de grupos musculares tensos y esto en ocasiones lo complementamos con plantillas.
Son tratamientos que necesitan un control en el tiempo, son fundamentales las revisiones periódicas, control evolutivo y hacer adaptaciones del tratamiento según la evolución, los niños son muy modulables y esto es una ventaja, pero también es un riesgo si no se controla la evolución del tratamiento.